lunes, 4 de enero de 2010

Comunicación 2.0: menos reuniones, más twitteos, mejores resultados.



He trabajado durante mucho tiempo en Blended learning, esa modalidad de transición entre lo presencial y lo virtual ideal en momentos de crecimiento de la sociedad del conocimiento.
Era importante, en ese caso, hacer lo más productivas posibles las escasas reuniones presenciales que mantenía con los participantes. Algunos colegas intentaban “embeber” en 5 horas las 60 de contenido del curso. En mi caso, no siempre para satisfacción de los asistentes, acostumbrados a un tipo de formación jerárquica y anacrónica, intentaba incidir en mayor medida en la facilitación, la capacitación para la actualización de conocimientos.
Lo importante era motivar, conducir hacia el Threshold concept o umbral mínimo desde el cual es posible el autoaprendizaje o aquel punto o momento en el que lo que vamos aprendiendo ha formado una base suficiente como para que podamos ya sumar conocimiento, de forma exponencial, integrativa y efectiva, por nuestra cuenta. Enseñar a los participantes en cualquier acción formativa a identificarlo es importante para un aprendizaje libre y productivo.
Trataba sobre internet, sus mitos y realidades, los recursos específicos de actualización y formación de comunidades de intereses en cada especialidad, como tema transversal del que hablaba casi todo el tiempo.
Creo que en la formación de adultos mostramos, si no nos comportamos de este modo, una desconfianza equivocada o heredada de la educación primaria hacia la motivación de los adultos:
Los adultos están casi siempre motivados (por diversas cosas) para aprender.
Quizás no sea la curiosidad (propia de la infancia) el impulso básico, pero desde luego no asisten a clase para perder el tiempo. Y si creemos en su motivación es absurdo bombardearles con teorías que escucharán pero no tendrán, en horas, ni tiempo ni posiblemente ganas de integrar.
El tiempo es un valor importante hoy. Y en el mismo sentido y en el marco de la empresa 2.0, la tendencia es a mantener muchas menos reuniones que en el pasado.
El título del post pretende ejemplificar el cambio, desde aquellas largas reuniones de trabajo en las que se saludaba, nos presentábamos, durante unos 20 minutos, se consensuaban conceptos durante 2 horas, se llegaba a la conclusión de que, a partir del trabajo individual de cada cual, se mantendría otra eterna reunión en dos semanas y demás despropósitos a la forma actual, también, en un estado ideal de cosas (utópico aún, lo sé….) de comunicación corporativa.
Valoramos nuestro tiempo. Y eso por algunos importantes motivos, que extraigo de mi propia experiencia y de algunas de las referencias que cierran este post:
  1. Cambia la percepción del tiempo “IN GOOGLE TIME”
    ¿Dónde quedaron las agendas de papel, las notas cuya ubicación quedaba pronto en el olvido, las páginas amarillas? Hoy, cuando buscamos algo, acudimos a Google, al buscador de archivos de nuestros equipos. Nos hemos vuelto impacientes, mucho… y mucho más eficientes. Todo ello tiene su contrapartida: ¿Podríamos vivir 24 horas sin Google? es el título de una entrada que leo hace unos instantes…
  2. UBICUIDAD. “FILOSOFÍA FON”:
    Antes solo era Dios el que estaba en todas partes. Este año pude disfrutar de mis vacaciones en la costa sin abandonar este trabajo-pasión. Vivo en un pueblo cerca de Barcelona..y a veces visito/me visitan, conozco a mis clientes y otras no. Sigo, desde hace unas semanas, cursos online o acciones formativas en masa desde lugares tan remotos como Canadá o Australia. Con las herramientas 2.0, gratuitas y en su mayoría, de calidad, si hay algún límite, reside solo en la mente.
  3. Ni uniformes ni etiquetas. “HOME OFFICE DRESS CODE” (no hay etiqueta en el teletrabajo):
    A veces voy a la oficina. Otras no. No pierdo el tiempo en las pesadas caravanas de camino al trabajo. Ni tengo porqué comprar, lavar, planchar demasiada ropa porque lo que importa ya no es mi forma y sí mi forma de trabajar. Evito, además, que las opiniones sobre mi desempeño se vean alteradas por la percepción que los esquemas mentales, más o menos flexibles de los demás, tengan de lo adecuado o no de mi atuendo.
  4. MI VISIBILIDAD ONLINE:
    Ya no hace falta, en ocasiones, perder el tiempo presentándome. Mis perfiles en Twine, Twitter, Diigo, Facebook, Friendfeed, el blog…dicen mucho más de mi de lo que soy capaz de expresar en cualquier presentación. Doy muchas más claves acerca de si vale la pena o no conocerme, o recordar mi nombre.
  5. Las reuniones pueden ser más cortas (y más divertidas):
    Quizás no sea cierta la sensación que nos embarga a estas alturas del post. Estamos perdiendo las sonrisas, los chistes, la simpatía. ¿No será justo lo contrario? Ya no hay que repartir papeles, ya no hay que sentar las bases de las discusiones con largos monólogos que pudieron remitirse horas o días atrás via el omnipresente email. Correos, tweets y todas estas nuevas formas de comunicación online nos permiten manejar nuestro tiempo,  atención y reflexión. Las reuniones de horas pueden resumirse en 2 minutos, las preguntas ser resueltas en cuanto podamos decicarles el 100% de nuestra atención. La reflexión, la no improvisación, se vuelve posible.
  6. TWITTER COMO REFLEJO FIEL DE LA PERSONALIDAD:
    ¿No tenéis la sensación de que Twitter es un buen reflejo de la personalidad de cada cual? Tal vez me equivoque pero creo que es fácil filtrar a las personas que nos pueden aportar o no cosas positivas. Tengo la oportunidad, además, de conocer infinitos perfiles, de personas, de contactos profesionales, a veces, incluso,  de amigos de los que, hace pocos años, nunca hubiera tenido noticia.
  7. MENOS ENTREVISTAS, MÁS RESPUESTAS:
    Todo ello facilita la comunicación horizontal. Mi tiempo, nuestro tiempo es oro, pero no todas las actividades que realizamos requieren del mismo nivel atencional. Así, puedo regalar todo el oro que no pueda atender, durante aquellos momentos en los que necesite, de forma natural, relajarme, conversar. Nada requiere de mi atención inmediata. (No utilizo messenger….) La comunicación asíncrona me permite autoregularme. Me esfuerzo mucho al escribir, al postear, al diseñar. Y al responder a consultas por mail…aunque de forma más relajada. Trabajo más que nunca pero de forma más efectiva y gratificante.
  8. MULTITASKING:
    Se acabaron las anotaciones, no siempre fáciles, sobre lo que debería hacer después. Mientras escribía este mismo post, un twitteo ha dado lugar a que marque, agregue una información curiosa a Twine. Y he tardado el mismo tiempo en hacerlo, probablemente, que antes tardaba en apuntar que debería hacerlo. Es discutible que  el multitasking aumente la calidad del trabajo. Creo que depende de la forma en la que aprendimos a aprender, que no facilitaba (ni contemplaba) el nuevo escenario. Hoy nos reconstruímos, aprendemos también a aprender, de la diversidad, de las múltiples oportunidades que el medio nos presenta. Y cada vez lo haremos mejor.Me quedo con esta cita de Generación multitarea:

    “Es cierto que los jóvenes han mejorado su capacidad de procesamiento secuencial. Tardan menos en concentrarse cuando cambian de tarea. Pero también se ha reducido su capacidad de adquirir conocimiento”, admite Dierssen sobre los cambios que son palpables en el comportamiento de la generación multitarea y que apuntan la futura evolución del cerebro en esa dirección.”
  9. EVOLUCIÓN:
    Crezco, crecemos, día a día en este medio. Crecen mis contactos, mi lector de feeds, mis bases de conocimiento, las visitas a este blog, mi cualificación profesional, las oportunidades, la inteligencia de todos….Como dice aquel aforismo que tanto me gusta…Si hoy todo fuera perfecto, no tendríamos necesidad de mañana.

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